¿Alguna vez os han preguntado por vuestro sueño? No me refiero al sueño de todos de ser millonarios, salvar el mundo y viajar en yate. Me refiero a ese sueño que descansa en un recóndito rinconcito de tu subconsciente y que todavía no tienes claro pero que conforme pasa el tiempo va obteniendo una forma cada vez más concreta, ese sueño que aunque suene simple y aburrido es una de las cosas que más deseas hacer a pesar de todo.
Yo aún no tengo claro cual es el mío, cada año que paso voy añadiendo un pequeño detalle. Pensar en él es como estar dibujando en un lienzo en blanco, con la gracia de que es lo que te gustaría vivir nada más tener la oportunidad. Nuestro sueño es esa pequeña esperanza que albergamos en nuestro corazón para alcanzar lo que más anhelamos. Quizá últimamente estoy tan melancólica y soñadora por el exceso de películas navideñas familiares y la posible crisis existencial adolescente.
Se me hace raro pensar que estas navidades no van a ser como las demás, estas navidades voy a estar en un punto fijo, mis vacaciones han pasado de ser la orilla del mar esperando a que la ola rompa a ser el borde de un acantilando con diminutas partículas de arena precipitándose en el vacío cada cierto tiempo. Hasta cierto punto me encandila la idea de estar sola de nuevo, por un corto periodo de tiempo, como un descanso de mis obligaciones, pero por otro lados me da miedo que sean obligaciones que no van a volver, o no como yo las recuero. En el fondo me está matando la incertumbre de saber que traerá la brisa navideña a mi casa este año ¿Será pura felicidad y sueños hechos realidad?¿Será otra amarga navidad contando céntimos para comprar el pollo?¿Será una navidad asfixiantes de esas que en un cerrar y abrir de ojos ya no están? Yo sinceramente sé que no va a ser un año como los otros, no hay árbol de navidad, ni un portalillo cutre, es como si todo se hubiera esfumado junto con el secreto de quienes son los reyes. De pequeña pensaba que la navidad era más larga que el verano, y era lo que más ilusión me hacia que llegará, a día de hoy, casi diez años después puedo decir que le tengo un miedo terrible a estas fechas.
¿Qué hay peor que el autoengaño? Yo tengo vuestra respuesta, las cenas familiares, esas cenas largas y tediosas que parece que duran años y a penas llevas cinco minutos sentado. Yo por desgracia o fortuna hace años que no asisto a una de estas y tiene pinta de que este año tampoco va a ser, a parte de porqué no sería lo más responsable pensando en la salud de mis familiares tampoco lo sería lo más sano para mi enfocándome en mi salud mental y enfatizando en que me siento al borde del colapso emocional.
Todo esto me lleva a pensar que en las navidades es cuando más tendemos a pensar en lo que deseamos, un ambiente lleno de luz y de color, es como si el contexto te invitase a dejarte llevar, algunos sueñan con amor, otros con dinero, otros con la paz mundial, otros simplemente buscan refugio, otros tienen tanto que ni siquiera saben que quieren pero saben que quieren algo, hay tantos sueños rodeando nuestras pequeñas cabecitas en este basto mundo, que a veces se me hace estúpido pensar que es un sueño y no un plan de futuro, quizá lo llamo sueño porqué es algo que no me veo capaz de lograr de forma plena, luego están las metas, es eso que sé que voy a lograr aunque me de igual a donde me lleve. Quizá este post es producto del exceso de películas familiares navideñas o que estoy en plena crisis existencial adolescente, cosa que yo creía que a los 18 dejaba de pasar, pero supongo que no puedo comprar alcohol de forma legal y ser feliz al mismo tiempo, sería ridículo ¿Verdad?
Después de casi dos años con este blog sigo sin imaginar que voz ponéis a la narración cuando me leéis, ni siquiera me creo que haya personas que aprecien lo que hago sin ponerle la etiqueta de arte o cualquier otras que se usan últimamente para dar promoción a un proyecto personal atacando a los intereses personales de cada uno.
El otro día me dijeron algo que me hirió profundamente, hacía años que no me dolía tanto un conjunto de palabras que pueden parecer insulsas pero que para mi no lo fueron. Estaba clarificando mi imagen con respecto a lo que quiero hacer en un futuro, o al menos lo que de momento tengo claro que quiero hacer en el futuro, y me dijo que tenía complejo de salvadora y que eso es normal a mi edad, como si en lo que llevo trabajando años fuera un simple producto de mis continuas crisis existenciales adolescentes. Simplemente me sentó fatal porqué claro que no soy una octogenaria con cinco masters en política, pero es que eso no tiene nada que ver con lo que quiero para mi futuro. De mayor me gustaría escribir, distintos tipos de novelas o relatos cortos, que es lo que más me distrae ya que son fáciles de entender y digerir, son como comerte un sándwich en lugar de un bocadillo.
Además pienso que para escribir una buena historia no hacen falta mil hojas, si tiene algo que contar, y tienes claro la historia que quieres transmitir con veinte debería bastar para contar lo esencial y otras cien para dar tu toque personal. Asi son mis novelas favoritas y las que más disfruto leyendo, no son esos libros de trescientas páginas que vas por la número cincuenta y aún no sabes quién es el protagonista, siempre he tratado de ser una persona sencilla, clara y directa y de ese tipo de contenido es del que me gusta nutrirme, sin muchos rodeos, con misterio pero que no falte información. No me gustan esas novelas largas, tediosas y aburridas que acabo retomando a los meses o se semanas por pura pena de abandonar una buena historia, me gustan esas novelas que no se quedan olvidadas en la estantería sino que ocupan un sitio especial, que sabes a donde mirar cuando la quieres contemplar.
Mi sueño o al menos lo que tengo muy claro de él es que cuando sea mayor quiero seguir machacando las teclas del ordenador como si me fuera la vida en ello. Me duele pensar que a día de hoy casi todo mi entorno piensa que soy una persona totalmente política, y claro que tienen razón me parece muy importante que todos nos informemos y tras informarnos opinemos, lo que me duele es que hay una gran porcentaje de gente que me conoce y ve esto que piensa que hago todo esto en busca de reafirmar algo o buscando la aceptación de alguien. Me gustaría que estas personas que piensan que tan sólo soy un panfleto político totalmente alienado me dijese en que momento de mi vida transmitir la totalidad de mis ideas me ha ayudado en algo, ya que por desgracia este blog me ha traído mas disgustos que alegrías, muy pocas personas me he encontrado que aprecien lo que transmito aquí sin tener en cuenta mi persona o que al alabar mi trabajo no fueran buscando alguna otra cosa. Yo sé que cuando expongo mi vida, mis ideas y opiniones debo esperar cualquier consecuencia pero esto ha llegado al punto de ser ridículo. este blog no está hecho con el objetivo de cambiar a nadie ni de salvar el mundo, el día que decidí dejar de escribir en un cuaderno roñoso y empecé con esto fue un día en el que estaba muy cansada, cansada no no poder hablar con nadie de mis sueños, esperanzas y mis virtudes, me sentía como un cachorro abandonado en plena carretera en busca de un dueño que a día de hoy no sé si llegue a tener o simplemente nunca estuvo.
Claro está que con diecisiete años no ves el mundo igual que con diecinueve, y en este momento el objetivo de mi blog ha dado un vuelco, ha pasado de buscar un círculo de compañeros a reflexionar sobre mi propia vida, de forma pública, porqué no quiero volver a sentirme coaccionada por mi propia vida, tengo problemas como todos los demás y me gusta compartirlos y que de vez en cuando me habléis por instagram o twitter diciéndome que os pasa igual o vuestras opiniones, yo venía buscando eso y lo he encontrado.
Mi sueño es poder seguir escribiendo y pasar de mi blog a escribir relatos cortos que os corten el aliento cuando lleguen a su culmen. Si de paso puedo hacer que personas que nunca se han interesado en como funcionan las relaciones entre los pequeños fragmentos que hacen que el mundo se mueva, empiezan tan siquiera a saber que son, sería una persona plena, no quiero a un millar de mini Einstein clamándome, quiero a gente de a pie, como yo, que tenga una vida cotidiana y un sueño aburrido, quiero que esa gente sepa que es normal querer eso y sentirse triste por pequeñas cosas tontas.
Hoy se podría decir que llevo meses dudando de mi misma y si de verdad tengo las capacidades que creo tener y hoy puedo confirmar que sé a donde voy pero que no sé ni como ni cuando llegaré, espero llegar acompañada y con una estabilidad emocional que le de un millón de vueltas a la que tengo ahora. Creo que ya os habéis fijado que las navidades no son mi fuerte pero me gustaría recordaros a todos que ninguno está sólo a no ser que quiera estarlo, todo se trata de buscar y no rendirse y luchar por nosotros mismo. Luchar porqué los pequeños mundos que viven en nuestras cabecitas sigan girando con normalidad, aunque a veces truene tanto que pensemos que se va a acabar debemos recordar que después de la tormenta viene la calma. Buena suerte en todo mis amores<3